Cómo echaba de menos un buen concierto de metal extremo en la sala Caracol… Y es que no hace tanto que se sucedían casi semanalmente grandes bolos de bandas de aquí y allá en esta sala, algo que hace tiempo que cambió, también supongo por el parón en el que la sala de Bernardino Obregón se vio inmerso hace ya tiempo. El caso es que para quien estas líneas escribe, no hay otro emplazamiento mejor en Madrid para disfrutar de este estilo, y la noche del jueves 4 de Febrero lo volví a refrendar con una enorme velada de las que gustan siempre, donde casi todo acompañó para disfrute de todos. En el menú, tres viejos conocidos con mucho de nuevo por decir, que aunaban fuerzas en una gira altamente recomendable, inédita, y que prometía leña a raudales e intensidad para inaugurar oficialmente el fin de semana. Bien de asistencia, unos ¾ más o menos, aunque menos que otras veces en noches similares.

ABORTED

La disposición de las bandas estaba clara. Abrían ABORTED, lo que fue algo contraproducente para el resto. Para mí los belgas fueron, con bastante diferencia, lo mejor que vimos el jueves en la Caracol, pero que la banda de ‘Svencho’ fagocite a las otras encima del escenario tampoco es que sea ninguna novedad.

Abrierin fuego con “Meticulous Invagination”, para seguir liándola con “Parasitic Flesh Resect” sin tiempo para encajar la hostia, y así. Sonido apabullante, ‘Svencho’ fuera de sí y un JB van der Wal al bajo poseído, al que la cabeza se le iba a salir de los hombros. Fue sin duda alguna la mejor de las actuaciones que he visto de la banda belga por lo menos en nuestro país, un bolazo de ‘grind/ death’ salvaje, sin medida, con un sonido un pelín saturado en algunos momentos pero al que pocas pegas más se le pudo poner.

Después de “Threading Prelude” y “The Saw & The Carnage Done” el nivel quedaba por las nubes para los que venían detrás.

SEPTICFLESH

En medio del apagón más absoluto SEPTICFLESH salían ceremoniales a escena, envueltos en un interés sensiblemente mayor que sus predecesores. En este punto quiero decir que es vergonzoso un concierto con una iluminación tan pésima como la que vivimos, en general, el jueves. Ya no sólo para quienes tenemos que hacer fotos, que es lo de menos, sino para quien ha pagado por una entrada y no puede ver más que la silueta del músico, negra como el tizón, y algún rojo y verde ocasional por detrás. Fue así toda la noche, pero con los griegos fue especialmente sangrante.

La banda de Spiros Antoniou abría fuego con “War In Heaven”, todos enfundados en sus trajes de guerra, sonando bien, muy alto, aunque puede que un poquito cortos de bajos, porque es cierto que a veces faltaba como algo de pegada. “Communion” alteró más si cabe al personal, y es que se nota que aquel trabajo de 2008 sigue siendo su mejor logro al menos hasta la fecha. Se centraron no obstante, porque tocaba, en “Titan”, un gran disco por otra parte, y era el turno de “Order Of Dracul”, un tema más conciso y orgánico. SEPTICFLESH es evidentemente una banda de estudio más que de directo, y creo que eso también quedó bastante claro tanto el jueves como en ocasiones anteriores.

En estudio, los griegos han sido una pequeña revolución para el género, han aportado mucho, pero en directo, el otro día al menos, no dejaron de ser 4 músicos estáticos, en penumbra, sonando decente, y sobre todo con orquestaciones grabadas y hasta coros en limpio grabados. Es natural, cuando un disco está tan trabajado en estudio, es muy complicado que en directo no se quede nada por el camino, y a SEPTICFLESH se les queda mucho. El final fue desde luego lo mejor, con un “Anubis” muy aclamado y la épica “Prometheus” despidiendo su actuación.

KATAKLYSM

Hacía muy poco más de 2 años desde la última visita de KATAKLYSM a Madrid, precisamente en la misma sala Caracol, y parecía que habían pasado 12 a juzgar por el ansia del personal por ver al combo de Maurizio Iacono en acción presentando “Of Ghosts And Gods”, un trabajo honesto y completo, gran predecesor de  “Waiting For The End To Come” aunque sin llegar a su altura, en mi opinión. La cosa empezó como tenía que empezar, con “Breaching The Asylum”, para seguir con “If I Was God…”, segundo corte también de su anterior trabajo. Maurizio sonaba bien, y en conjunto el sonido estaba siendo más que correcto, aunque de nuevo se escapaban matices y algo de potencia, especialmente en la guitarra melódica de JF Dagenais, que quedaba más presente en riffs que en melodía. “As I Slither” fue el primer tema en poner a berrear a un público algo parado en general, hasta que hacia la mitad del show Maurizio empezó a pedir colaboración.

La banda iba alternando temas de sus últimos trabajos principalmente (como era de prever), olvidándose totalmente de sus primeros discos, lo que de por sí me resulta muy elocuente. “Manipulator Of Soul” fue de nuevo ese tema coreable y simplón que triunfa en directo por encima de todo, mientras que “The Ambassador Of Pain”, “Where The Enemy Sleeps” o “Soul Destroyer” evidenciaron que KATAKLYSM son mucho más que eso. La parte final tuvo ‘moshpit’ y unas pequeñas dosis de locura con “In Shadows And Dust” y “Crippled And Broken”, que ponía punto y final al show.

Muy buena noche de metal extremo la que nos zampamos en Madrid, si señor. Quizás no pase a los anales como la mejor del año, pero oye, que nos quiten lo “bailao”.

Crónica de Jorge del Amo de RafaBasa.com