Madness Live nos traían una de las giras mas bestias del año con nada mas y nada menos que cuatro grupos en el cartel dispuestos a ser el aperitivo perfecto para comenzar el fin de semana.

Comenzaban puntuales los suizos OMOPHAGIA con muy poca gente en la sala y los pocos que había escondidos por los alrededores. Se plantaros sobre las tablas con idéntico look, un traje de ejecutivo manchado de sangre a lo “Un día de furia”, furia que descargaron en su corto set granado de guturales, potentes riffs y blast beast que pasaron sin pena ni gloria con un público escaso y bastante apático ante la propuesta.

Los siguientes de la velada eran MONUMENT OF MISANTHROPY, banda que ya contó con mas público al que se fue ganando tema tras tema, ya que el show fue ganando enteros según avanzaba su setlist. La banda demostró calidad y tablas sobre el escenario a pesar de tener solo un disco en el mercado, a destacar la actitud de su bajista que lleno el escenario e incluso se dedicó a dar besos a las féminas que se lo pidieron. También me llamó la atención su guitarrista asiático y es que esta banda de cuatro miembros tiene tres nacionalidades distintas. Sin duda interesante banda a seguir.

Tras el cambio de instrumentos comenzó el show de FULL OF HELL que contaban en el escenario con una mesa de mezclas donde su vocalista Dylan Walker se dedicaba a poner efectos ya sea a su voz o como fondo a los temas. El grupo ofrece una curiosa propuesta de grind/death/noise que desde luego como poco llama la atención, un servidor desde luego no había visto nada igual. Su música con temas que apenas llegan al minuto, plagado de rugidos/sonidos/berridos y con brutales cambios de ritmo son sin duda algo especial que amas o odias, a mi me paso lo segundo ya que, a pesar de que al principio me resultó una propuesta cuanto menos interesante y sorprendente, al final se me hicieron cansinos y repetitivos, además de no encajar para nada con la propuesta de los cabezas de cartel de la noche.

Y turno ya para IMMOLATION que con una sala, ahora si, repleta tomaban las tablas de la Nazca para desgranaros su nuevo disco “Atonement” que vienen presentando en la presente gira así como dar un repaso a sus clásicos como está mandado.

Ross y sus chichos tomaban el escenario de riguroso negro y con mismo atuendo para comenzar con “The Distorting Light” que abre también su último disco. Ya desde el primer tema se notaba que la máquina americana de death metal estaba bien engrasada con Ross Dolan y Robert Vigna como principales protagonistas. Ross tomaba las riendas del combo con sus guturales y su espectacular forma de tocar el bajo mientras que Robert cual robot clavaba cada uno de los punteos y movía su mástil de forma cortante y agresiva con expresión hierática. Mientras Bill Taylor se batía en duelo con la guitarra de Robert y Steve Shalaty se dejaba el alma golpeando los parches. Todo perfecto.

Siguieron con el tracklist de su último disco tocando “When the Jackals Come” y sonarían unas cuantas mas de su último plástico. El público ya estaba entregado desde el minuto uno montando algún que otro pit en las primeras filas pero ya enloqueció cuando sonó el primero de los clásicos “Father, You’re Not a Father” de su ateo disco “Close to a World Below”. El set fue avanzando implacable mientras temas como “Those Left Behind” , “Kingdom of Conspiracy” o “The Power of Gods” fueron haciendo mella en nuestros tímpanos que recibieron descanso tras sonar, como no, “Immolation” con la que el grupo tras poca parafernalia a modo despedida dio fin a su show de apenas una hora. Algo escasa la duración del concierto de IMMOLATION, pero eso si intenso y completo el show de los Newyorkinos.