Con un animado ambiente en los aledaños de la sala con gente del “Street Team” del RESURRECTION FEST maquillados a lo KISS, las giras del ROUTE RESURECTION nos traían en esta ocasión a uno de los referentes en la guitarra del género, Zakk Wylde, acompañados de su banda BLACK LABEL SOCIETY y con los suecos MONOLORD como teloneros de la velada.

Se abrían las puertas con algo de retraso, aunque los nórdicos MONOLORD tomaron puntualmente las tablas de La Riviera para absorbernos con su doom. Vienen presentando su nuevo trabajo “Rust” cuya portada adornaba el fondo del escenario, aunque apenas se vio por la escasa iluminación con la que contaban los suecos en su show. En la escasa media hora con la que contaron sonaron temas de este último disco como el propio “Rust” y «Where Death Meets The Sea», también sonó “We Will Burn» y terminaron el show “Empress Rising” de su primer disco, versión acortada claro. A destacar el potente sonido del bajo de Mika Häkki y su forma de tocarlo a porrazos. También me gustó la voz cavernaria de Thomas Jäger (¿master?) , sin duda me gustaron bastante mas en directo que lo escuchado en sus discos aunque este tipo de música no es fácil de digerir por todas las personas.

Tras la actuación del trio sueco un enorme telón con el logo de BLACK LABEL SOCIETY cubría el escenario para comenzar con los preparativos previos a la descarga del virtuoso Zakk Wylde y sus secuaces. En esta gira presentan temas mas cañeros que su anterior visita hace un par de años donde dieron un repaso a su música mas intimista y sosegada.

Caía el telón y arrancaban el concierto con “Genocide Junkies” acompañado con cañones de humo y Zakk subido a la plataforma donde demostraría sus grandes dotes en numerosas ocasiones. Dos enormes paredes de amplificadores adornaban el fondo del escenario, una cruz enfrente de la batería y micro con pie de calaveras y cruces para Zakk junto con un enorme telón de fondo formaban la decoración del show. Enlazaron prácticamente otros dos temas “Funeral Bell” y “Suffering Overdue” tocando los tres temas prácticamente de seguido como si fueran uno solo. La voz de Wylde sonó baja en los primeros compases del show, tema que se fue arreglando en parte con el paso de los temas.

Solo con estos tres primeros temas ya se aventuraba que tanto Zakk como el resto de la banda están en un buen momento de forma, John DeServio al bajo estuvo a un muy buen nivel apoyando en los coros mientras sus dedos recorrían el bajo de forma magistral. Dario Lorina, el sustituto de Nick Catanese a la guitarra tras sus problemas legales, demostró ser también un virtuoso de la guitarra e incluso tocó el piano en uno de los temas. Mientras, mas escondido detrás de la cruz que presidía su batería, estaba Jeff Fabb cumpliendo bien con su labor con los parches. Zakk llevaba las riendas del concierto subido a su plataforma, cambiando asiduamente de guitarra y animando al respetable para que se involucraran en cada uno de los temas que siguieron sonando como “Heart Of Darkness” de su anterior disco o “Suicide Messiah” donde apareció un miembro de la crew sobre el escenario con un megáfono. El primer tema en sonar de su nuevo disco “Grimmest Hits”  fue “Trampled Down Below” a la que siguió la potente “Room Of Nightmares”. Para “Bridge To Cross” Lorina se puso al piano que acompañaba sobre el escenario toda la noche y en “In This River” fue Zakk quien lo tocó con dos telones desplegados delante de los amplificadores recordando al queridísimo Dimmbag Darrell.

El concierto avanzaba y llegaba uno de los momentazos de la noche con el bestial solo entre bastidores que Zakk se marcó en “Fire It Up”. Con el pipa desplegando cable para que Wylde llegara a su destino, el gigantón se metió entre el público tocando el solo mientras llegaba a una de las barras del fondo en la que se subió para continuar. Se quedó con ganas y en su vuelta al escenario continuó tocando la guitarra hasta por detrás de la cabeza, impresionante sin duda lo que es capaz de hacer este hombre con las seis cuerdas. Tas este éxtasis guitarrístico aun quedaban por sonar un par de cañonazos mas como son “Concrete jungle” y “Stillborn” que pusieron fin a una noche mágica.

Gran concierto y gran estado de forma en el que se encuentra Zakk Wylde en este momento y por suerte este año volveremos a verle por nuestro país acompañado por Ozzy Osbourne en los festivales veraniegos.