No creo que nadie necesite un pretexto especial  para reunirse con sus amigos y pasar un buen rato. Y es que si de algo puede presumir Enrique Villarreal Armendáriz “El Drogas” es de haber sido siempre cercano y accesible, como esos colegas del barrio con los que siempre se puede contar para tomar unas cervezas y pasar buenos momentos. Tras la publicación de su nuevo doble CD + doble DVD titulado “Un Día Nada Más”, grabado en la Ciudadela de Iruña el pasado 2 de julio, llegaron las firmas de discos, acústicos y nuevas fechas por diferentes ciudades del Estado para presentarlo en sociedad.

El marco escogido para dar pistoletazo de salida a esta celebración fue La Riviera de Madrid, un recinto que aunque no llegó a colgar el cartel de Sold Out, sí que acabó congregando a una nutrida representación de incondicionales dispuestos a dejarse la voz coreando tanto los clásicos indiscutibles de su época en BARRICADA, TXARRENA o LA VENGANZA DE LA ABUELA como los arrolladores poemas denunciando los problemas sociales que nos están tocando vivir.

Sin ninguna clase de introducción ni preámbulo previo, nos sorprendía el inició del show, mientras Brigi Duque (Batería), Flako (Bajo) y Txus Maravi (Guitarra) emprenden con fuerza el primer tema de la noche “Están Para Violarlas”, que era el escogido para comenzar el concierto. Respaldados por un sonido pulcro y juego de luces apropiado, aparece El Drogas ataviado con su inseparable gorro de copa, chaqueta de cuadros, vaqueros y zapatos multicolores robando todas las miradas a sus compañeros.

Quizás la principal sorpresa de esta primera parte del show fuera la intensidad que desplegaron los navarros sobre las tablas, marcándose un arranque verdaderamente antológico. Con las pilas bien cargadas y con la gente mostrándose totalmente entregada y muy participativa, llegaba el momento del primer clásico de la noche “Barrio Conflictivo”, que nos transportaba directamente a la década de los ochenta, proponiéndonos un viaje que haría escala en un acelerado “Sofokao”, con un Drogas pletórico demostrando que sigue conservando intactas sus aptitudes sobre las tablas. A continuación “Algunas Cosas Por Terminar”, “Así” y “Salvaje Mirar”, todo un alarde de magia y espiritualidad, que escenificaría la comunión perfecta entre banda y público.

La formación enlazó de forma consecutiva, y sin mediar presentación alguna, temas como “Come Elefantes”, “Qué Mal Rato”, “En Punto Muerto”, la siempre admirada “No Sé Qué Hacer Contigo” o “Tentando A La Suerte”, consiguiendo arrancar una de las mayores ovaciones de la noche.

A estas alturas del show parecía innegociable el rotundo triunfo del cuarteto, pero por si todavía había alguien que no había sucumbido ante semejante despliegue de calidad, Txus Maraví marcaba las primeras notas de la siguiente pieza, “Fue 24 D … Y Qué?” con el vocalista regalándonos uno de sus característicos bailes mientras nos animaba a sumarnos a sus pegadizos estribillos. Una nueva mirada sobre el material de TXARRENA con la conocida versión de ALARMA, “Frío”, nos adentraría en la recta final de esta primera parte del espectáculo.

Tras un respiro, volvían más dinámicos y poderosos con esas composiciones que para muchos de los allí concentrados han sido alabanzas a lo largo de los años, y buena muestra de ello fueron “Oveja Negra”, la célebre “Bahía de Pasaia”, “No Hay Tregua”, “En La Silla Eléctrica” o “Todos Mirando”, que continúa siendo uno de los puntos álgidos en cada actuación del grupo, con la gente enloquecida apoyando y tarareando.

La siguiente en sonar fue “Peineta y Mantilla”, dedicada a esos políticos de tercera división que les gusta meter mano en la caja, con la que nos ratificaban una vez más que la banda ha alcanzado una compenetración y una madurez que quedó plasmada durante toda la noche. Tanto Txus, como Flako o Brigi se mostraron como un equipo solvente y efectivo, repartiéndose las labores solistas en la mayoría de los temas y sabiendo asumir sus cuotas de protagonismo. Con una deslumbrante sonrisa dibujada en el rostro, Enrique nos dedicaba unas palabras de agradecimiento antes de presentar “Empujo Pa´Ki” que daría paso a la archiconocida “Azulejo Frio”, con la que desataron un caudal de emociones.

El retorno sobre las tablas llegaría de la mano de la vibrante “Victima” para perfilar la recta final con “En Blanco y Negro”. Mientras que, la encargada de finiquitar el concierto fue “Otros Tragos”, donde Enrique y sus compañeros fueron saludando al conmovido público. Una interesante forma de rematar una fiesta entre amigos.

A gusto oiga … ¡¡¡

Crónica de Dani Diez de MetalCry.com