Una nueva edición del Granito Rock en la población madrileña de Collado Villalba con una gran afluencia de público, alrededor de 1000 personas, con dos cabezas de cartel importantes, los nacionales Zenobia y los suecos Amaranthe.

El granito no es cualquier festival, se ha hecho un nombre por méritos propios dentro de los festivales veraniegos de nuestro país, por eso, es aún más de alabar que además de incluir nombres consagrados como cabezas de cartel también den la oportunidad a grupos noveles patrios de poder tocar delante de una gran audiencia para dar a conocer su música. La fiesta comenzó a las 8 de la tarde y cuando salimos de allí, ya eran las 4 de la mañana. Por si algún ayuntamiento esperaba lo contrario para poder excusarse en su propuesta musical para sus fiestas, no hubo ni un solo altercado, aunque esto no debería hacer falta comentarlo pero, me parece un buen apunte.

Los banda ganadora del concurso de grupos de Collado Villalba, Exodium, fueron los encargados de abrir el festival, con media hora de retraso y bajo un sol de justicia que hacía que solo unos pocos valientes se apostaran en la explanada cercana al escenario. Otra cosa eran los laterales donde los edificios ofrecían algo de cobijo bajo su sombra. Lo cierto es que no disfrutaron de muy buen sonido, sobre todo en las guitarras, pero la banda lo intento todo, se les veía disfrutar de su momento. Con tan solo un EP de temas propios no podían si no invertir parte de su tiempo en versiones, “Be quick or be dead” (Iron Maiden), “Caught in a Mosh” (Anthrax) y “Neon knights” (Black Sabbath) fueron las que sonaron muy correctamente interpretadas. Cuarenta minutos que a buen seguro quedaran en el recuerdo de estos chavales para siempre.

Los jovencísimos, a pesar de llevar juntos dese 2006, O´Killeds llegados de Cuenca tomaron el relevo sobre el escenario sobre las 8:50. Disfrutaron del mismo tiempo que sus antecesores, cerca de cuarenta y cinco minutos que no supieron aprovechar adecuadamente. Muy estáticos, a excepción de Jota, su guitarra, que era el encargado de llevar el peso de la banda. Sin tener muy claro el camino que quieren tomar sus temas propios, no creo que se llevaran nuevos fans de este conciertos. Bien es cierto que dio un subidón su actuación cuando hicieron “Chop Suey” de System of a Down y “Killing in the name of” de Rage Against The Machine pero no creo que eso les traiga muchas alegrías en el futuro. La parte positiva que se puede extraer es que tienen un amplio margen de mejora y su edad juega en favor.

Reaktion resultaron ganadores del concurso del festival en el apartado bandas veteranas. Los Trashers catalanes ofrecieron un concierto rabioso y lleno de fuerza, ahora ya, con un gran número de espectadores en la plaza propiciado por la caída del sol. Temas propios y como no, los más coreados por la gente, las versiones, esta vez fue “The four Horsemen” de Metallica la que se llevó sin ninguna duda la ovacion de la noche para la banda. Había ganas de fiesta y Reaktion dejaron el ambiente a punto de caramelo para el resto de la noche.

Los riojanos Infamia resultaron ganadores del apartado Heavy Metal. Cuatro discos tiene en el mercado por lo que no estamos hablando de ningunos noveles ya. Demuestran tener muchas tablas y desde el primer segundo se metieron a la gente en el bolsillo por su sonido compacto de Heavy Metal clásico con un tono vocal de Fredy que se asemeja al del gran Leo Jiménez, salvando las distancias. Grandísimo concierto el que se marcaron, todo con temas propios, entre los que destacaron “Mil lágrimas”, “Jugar a ser Dios” y lo que se ha convertido en un himno de la banda por méritos propios y que curiosamente tiene cierto toque electrónico a lo Amaranthe, “Sin respiro”. Ganadores por K.O en el primer asalto de todas las bandas presentes de la noche por concurso. Han alcanzado la madurez necesaria para empezar a ser tenidos muy en cuenta dentro del panorama nacional dentro de su estilo.

Eran las 23:45 de la noche y la gente ya solo estaba deseando la aparición de los suecos Amaranthe en escena pero, llego la grandísima sorpresa de la noche. Sillas situadas al fondo del escenario, cierta mezcla de incredulidad y, por qué no decirlo, desanimo, en la cara de los asistentes cuando aparece en escena la Escuela Municipal de Música de Collado Villalba con su director Rubén Romera al frente. Esos que defienden que el Heavy es la música clásica de la actualidad estarían más anchos que largos viendo los escasos quince minutos que nos ofrecieron. David (DMX Projet), Gustavo (Batería de  Sacramento), Juanjo (guitarra de Alioth), Oscar (cantante de Forced Rejection) y Rita Jiménez (cantante de Supersónica) no dejaron con los ojos como platos y babeando ante una inmensa demostración de clase, fuerza y elegancia que finalizo con un “Wish I Had An Angel” de Nightwish para enmarcar.

Llegaba el turno del plato fuerte de la noche los suecos Amaranthe. Dejando el estudio en plena grabación de lo que será su cuarto disco se presentaban de nuevo en nuestro país donde es cada vez más grande su grupo de seguidores, es su mayor parte gente muy joven. Sin haber pisado aun el escenario la banda ya tenías metida en el bolsillo al público. “Digital World”, “Trinity”, set list sin sorpresas, el que viene haciendo Amaranthe durante toda la gira hasta que, en pleno “1.000.000 Lightyears” el sonido se vino abajo por completo. Ante la incredulidad de la banda la audiencia decidió seguir con la fiesta coreando canciones y los típicos canticos de directo que no hicieron sino sacar una sonrisa al grupo. Ninguno se marchaba del escenario, animaban al público a seguir e incluso grababan con sus móviles lo que estaba sucediendo. No paso mucho tiempo hasta que todo volvió a la normalidad y lo hizo con el grupo completamente entregado a sus fans, gritando el “ole, ole ole” e incluso un “que viva España” por parte de Jake.

Tras el incidente llego la normalidad nuevamente, “True”, “Afterlife”, “Electroheart”, las voces empastando de una manera brillante como nos tienen acostumbrado y un sonido muy artificial como es habitual en los directos de Amaranthe, algo que no se puede reprochar en absoluto ya que es precisamente ese sonido el que les ha colocado donde están ahora mismo y quien va a sus conciertos sabe que será así, no puede ser de otra forma cuando los discos están tan sobre producidos. “Me encantaría cantar una canción con vosotros en el escenario. Hacer mi sueño realidad” rezaba la pancarta de una joven seguidora de la primera fila que fue vista por Elize quien invito a la atrevida fan a cantar “Amaranthine” con ellos. Un momento que no olvidara mientras viva a buen seguro y en él incluso se atrevió a hacer las voces guturales junto a Henrik.

No se hicieron mucho de rogar los suecos para volver al escenario a interpretar los bises, “The nexus”, “Dynamite” y para cerrar su actuación “Drop dead cynical”. Estoy seguro que el año que viene nos traerá de nuevo a la banda de Elize en directo para presentar sus nuevos temas, desde luego por la banda no va a ser ya que una vez dejaron bien claro que la adoración entre Amaranthe y sus fans es recíproca.

La hora, cerca de las 2:30 de la madrugada está claro que no jugo en favor de la última banda de la noche, los riojanos Zenobia. La plaza de los belgas ya no presentaba la misma cantidad de gente pero seguía estando bastante bien de público. Con su habitual estética que parece sacaba de la película “Piratas del Caribe” los riojanos salieron a darlo todo desde el primer momento. No faltaron temas como “La fiebre del oro” dedicada por Jorge Berceo a la “clase” política de nuestro país, o “Vuelve” y “Lengua de serpiente” de su disco “Armageddon” editado en 2012.

Acercándose uno a uno a los miembros de la banda Jorge anuncia que, como se trataba de una sorpresa necesitaba informar al resto para que sonara la versión de Motörhead de “Ace of spades” en honor a Lemmy. Como no podía ser de otra forma sonó la canción de la película “Piratas del caribe”, muy bien interpretada por la banda todo sea dicho, como preludio de su tema “Una de piratas” llevando así hasta las últimas consecuencias la imagen de Zenobia en una apuesta arriesgada que por el momento les está haciendo cuanto menos fácilmente reconocibles.

Estábamos cerca de las 4 de la madrugada y ya iba siendo hora de terminar la fiesta y para ese momento la banda se guardó dos auténticos himnos, “unidos por el metal” y su tema bandera “Lo llevo en la sangre”. La Hora y media de Zenobia ponía punto y final a esta edición del Granito Rock, de la mejor forma posible, haciendo que la gente se dejara la poca voz que ya les quedaba. Un auténtico éxito en lo musical y en lo organizativo esta edición, por lo que no me gustaría omitir el grandísimo trabajo de toda la gente del granito que está detrás de los focos y que tan excelente trato que nos dieron a toda la prensa allí congregada. Nos vemos el año que viene en Collado Villalba.

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