Bajo unas gélidas temperaturas a la orilla del río Manzanares, la noche del pasado sábado se antojaba propicia para la nueva visita de MACHINE HEAD a Madrid, quienes venían presentando el prolífico “Bloodstone & Diamonds”, disco que parece va conquistando poco a poco a sus seguidores, una vez repuestos de la sorpresa inicial al no seguir los pasos de sus dos predecesores como en principio todos pudiéramos esperar.

Crónica de J. José Jiménez de RafaBasa.com

 

Desde Washington D.C. DARKEST HOUR, como únicos teloneros de la velada, serían los encargados de abrir la descarga musical en una actuación que fue de menos a más mientras su estilo se iba recrudeciendo dese el thrash de los primeros temas hasta los tintes más típicos del death de los últimos.

 

Temas como “Rapture in Exile” o “Savor The Kill” sirvieron para que sonido y banda fueran asentándose, mientras el público iba entrando cada vez más en calor con temas más cañeros como “Violent By Nature”, “Anti-Axis” o la brutalérrima “With A Thousand Words To Say But One” con la que pondrían punto final a los casi tres cuartos de hora de actuación de la que se vieron beneficiados con la caída del otro grupo suporter.

 

En cuanto a los cabezas de cartel, MACHINE HEAD tienen el privilegio, y también la circunstancia negativa, de que en hora y tres cuartos de concierto se dejen en el tintero multitud de canciones que a muchos nos encantaría seguir escuchando, con lo cual incluso con dos horas se quedarían cortos. Lo cual dice mucho del legado que aún nos siguen dejando con sus creaciones recientes, pero también del enorme problema a la hora de confeccionar los set lists que tienen. Y, aunque cada uno tenga sus gustos personales, el que firma jamás les perdonará que no toquen “Now I Lay Thee Down” y  “Take My Scars”, o que un disco como “The Burning Red” se quede sin representación en las giras desde hace varios años. Además, que su última obra tenga una duración aproximada de setenta minutos y sólo escuchemos tres de las canciones que lo componen, se hace cuanto menos bastante corto.

 

En cuanto a lo que sí pudimos ver, oír y disfrutar, comprobé como La Riviera estuvo en comunión con los americanos desde el primer momento, quienes además no sonaron nada mal y dieron un muy buen recital. La inclusión del nuevo bajista Jared MacEachern ha sido un gran acierto, no sólo por cómo se ha acoplado musical y escénicamente, sino también por su aporte a los coros y segundas voces, algo de lo que el combo, hasta su incorporación, adolecía y que actualmente tiene 100% subsanado.

 

Mientras los últimos acordes y grandilocuentes coros del “Diary of a Madman” de Ozzy sonaban por la P.A. se apagaban las luces para, tras la intro de violines que más tarde acompañarían sampleados al estribillo, aparecer el cuarteto a escena con un “Now We Die” enorme, el cual ya me dejó claro, viendo a todo el público cantando puño en alto, cuál era el veredicto de éste hacia semejante temazo. Como viejo zorro que es, El General Robb Flynn arengaba a sus masas dando paso al primero de los clásicos, “Imperium”, donde Phil Demmel estaría super participativo, haciendo a partir de ahí las labores de segundo frontman, cantando, buscando la complicidad de sus fans y por supuesto, tocando la guitarra muy bien. Teniendo a todos ya en el bolsillo, era el momento de gritar un furioso “fuck you all” con “Beautiful Mourning” que terminó por desatar la locura y el primero de los circle pit.

 

Con el respetable gritando “machine fucking head…” llegaría “Locust”, la cual, a pesar de ser de su anterior obra, ya es un clásico incontestable que a buen seguro tardará de irse del repertorio. “Bite The Bullet” supuso un pequeño receso en la intensidad (aunque no me la esperaba y me alegró escucharla), volviendo a su última obra con la melódica “Ghosts Will Haunt My Bones” que me sonó a gloria. Tras la intro del tema, Flynn encararía “Ten Ton Hammer” tras un “Madrid, let me fucking hear you”, tras la que el vocalista apareció con la guitarra acústica colgada (la cual luego tuvo que ser ayudado por un pipa para poder quitarse) y mientras tocaba los acordes principales de “Darkness Within” con ella, nos habló sobre lo bien que se sentían pese a lo fuera que estaban de casa y que probablemente fuéramos la ciudad más ruidosa del tour hasta ese momento. El tema en sí es ya otro que ha calado hondo entre sus seguidores, quienes cantamos cada línea y coreamos cada melodía, consiguiendo uno de los momentos más especiales de la velada.Luces rojas y sonidos de sirenas nos traerían “Bulldozer”. “Killers & Kings” de nuevo fue super bien recibida, tras la que llegó la icónica “Davidian” que puso a todos a gritar “let freedom ring with a shotgun blast”.

 

Tras un pequeño mutis, no tardarían en volver a escena, con el frontman jugando a hacernos cantar a los de la derecha contra los de la izquierda, preguntando finalmente si estábamos listos para una rápida y atacar con “Aesthetics Of Hate”. “Old” fue el momento propicio para dar botes, llegando al apoteósico final de la mano de “Halo”, repleto de vítores y “oés” y poniendo el broche final a una gran velada repleta de buena música.

Crónica de J. José Jiménez de RafaBasa.com