Reconozco que hacía bastantes años que un disco de SONATA ARCTICA no me llamaba la atención como lo ha hecho este “Pariah’s Child”. Más concretamente diez, desde aquel “Reckoning Night”. Si bien es cierto que desde entonces han editado lanzamientos que han obtenido comentarios positivos y negativos por igual, el que suscribe no había encontrado motivos para lanzar las campanas al vuelo hasta el presente.

Crítica de J. José Jiménez de RafaBasa.com

Con “Pariah’s Child” estamos ante un álbum muy bien planteado, lleno de temas interesantes a la vez que diversos, grandes ideas que llevan un paso más allá el estilo de la banda, dejando ciertas reminiscencias a su sonido clásico de vez en cuando, obteniendo como resultado uno de los mejores trabajos facturados en su carrera. Se conjugan temas experimentales con otros más clásicos, todos ellos melódicos y con algunas progresiones de acordes innovadoras e interesantes que no dejan indiferente durante la escucha a los diez capítulos sonoros aquí desglosados.

Líricamente, de nuevo estamos ante esa visión tan personal de encarar los textos en las canciones como es la de Toni Kakko, con ese sentido del humor tan suyo, aunque también hay parte para la seriedad y la fantasía. El contenido gráfico conserva esa predilección por reflejar la naturaleza tan propia de sus portadas, volviendo la temática lupina a la palestra.

“The Wolves Die Young” ya nos trae esa sensación de sonido 100% SONATA ARCTICA pero con matices nuevos: reconocible melodía de inicio; una complicada línea de bajo (inmejorable carta de presentación para Pasi Kauppinen) que nos introduce a una estrofa donde el cambio de acordes a tonalidad menor sorprende; y un estribillo marca de la casa, ideal para el directo. “Running Lights” es el primer momento dominado por doble bombo, recordando en varios de sus fragmentos a los inicios de sus dos primeros y celebrados álbumes, teniendo además una estrofa donde en el aspecto vocal la melodía cede terreno a la interpretación. “Take One Breath” nos sorprende desde inicio con un bonito arpegio de piano sobre la que la batería va acoplándose desde el marcaje de tempo inicial hasta construir un complejo ritmo que desemboca en un riff cañero y enrevesado sobre el que se va construyendo el resto del tema; original cuanto menos.

“Cloud Factory” nos devuelve una vez más a sus comienzos gracias al doble bombo, el uso de acordes abiertos sin apenas construcción de riff, esa forma tan suya de usar los teclados y el tan particular coro. Contrasta con “Blood”, enigmática y atmosférica en sus comienzos y que deriva en otro tema melódico y rápido. “What Did You Do In The War, Dad” continúa con esa línea cambiante que juega con hipnóticas y sencillas melodías para construir el resto del tema. Me ha gustado mucho además la línea de guitarra y teclado doblada a terceras hacia su mitad.

“Half a Marathon Man” es rock clásico adaptado al estilo de SONATA ARCTICA, predominando el sonido de hammond (dotándola de cierto aire a Deep Purple y Rainbow), teniendo además una parte instrumental al final similar a la BSO de un western. En esa línea desenfadada, aunque aportando teatralidad al asunto fluye “X Marks The Spot”, divertida y ridícula como ella sola.

Nos acercamos al final, primero gracias a “Love”, una balada sencillita basada en piano y cálida voz, con una estructura simple pero efectiva y, en segundo lugar, con “Larger Than Life”, un tema enorme, de los más elaborados en su carrera, cercano a los diez minutos, cargado de dramatismo, distintos cambios de tempo, ritmo y tonalidad (a cuál más original), sinfonismo (sobre todo en el fragmento de los coros me ha recordado de lejos a Meat Loaf), sentimiento y delicadeza musical (en algunas partes hasta parece un musical). Una gran  canción para disfrutar y que denota un altísimo nivel de creatividad, poniendo la guinda al pastel.

En resumen, estamos ante un disco que me devuelve la sensación de deleite en un nuevo lanzamiento de SONATA ARCTICA, algo que durante diez años no he tenido la oportunidad de experimentar. Variedad, ahondamiento dentro de su particular estilo haciéndolo crecer  y, sobre todo,  altas dosis de inspiración son el denominador común de “Pariah’s Child”, un álbum que, el tiempo y los fans pondrán en su sitio, pero va de camino a ser uno de los más celebrados en la carrera de los fineses.

Tracklist:

  1. The Wolves Die Young
  2. Running Lights
  3. Take One Breath
  4. Cloud Factory
  5. Blood
  6. What Did You Do in the War, Dad?
  7. Half a Marathon Man
  8. X Marks the Spot
  9. Love
  10. Larger Than Life

Crítica de J. José Jiménez de RafaBasa.com