Gran e histórica noche la que vivimos el pasado viernes en Madrid, que a la postre sería cita conjunta con la de Barcelona el día posterior, como colofón a la exitosa gira de ANGELUS APATRIDA presentando “Hidden Evolution”. La grabación de su primer dvd en directo era un aliciente aún mayor para la asistencia, llegando a colgar el cartel de “no hay entradas” por primera vez, en Madrid.

Desde el inicio, todo fue una gran fiesta, con una Changó hasta los topes -aunque con sitio para verlo cómodamente, sin agobios, además de su anfiteatro abierto para la ocasión- donde la gente se lo pasó bárbaro. Un sonido a la altura de las circunstancias, potente así como adecuadamente ecualizado y dos bandas enormes, hicieron que el público participara y aquello llegara a cotas de locura y realmente no esperábamos menos.

Grande era la expectación ya a primeras horas para evaluar la actuación de los italianos ULTRA VIOLENCE, banda ideal para telonear a ANGELUS por cercanía tanto musical como en cuanto a calidad y solvencia escénica.

Los influenciados por la novela y película “La Naranja Mecánica” dieron todo un recital de thrash metal clásico aunque a la vez enérgico gracias a la juventud que atesoran, dejándonos con la boca abierta con temas como “In The Name Of Your God”, “Lost in Decay” con la que amagarían los primeros intentos de mosh sobre la pista, “Fractal Dimension” o “Lost in Decay”, con dejes de punk en su desarrollo.

Dejaron muy buenas sensaciones y deseos de verles en un próximo concierto más extenso que espero no se demore demasiado en el tiempo.

Personalmente ha sido un placer comprobar la evolución de ANGELUS APATRIDA en directo durante los últimos años, en los que he tenido ocasión de verles en varias ocasiones. Comencé viéndoles sin ser fan de la banda y, poco a poco, me he ido sumando a la lista de incondicionales, adquiriendo sus discos en vinilo y disfrutando de su mejor faceta, que es cuando están subidos a un escenario.

Los cuatro componentes de la banda, desprenden energía por doquier y eso es porque ellos mismos creen en lo que hacen. Lo suyo no es una pose. Viven de la misma manera que tocan en sus conciertos y es algo que se nota cuando están fuera de los escenarios, alejados de cualquier halo de divismo, siendo personas cercanas y disfrutando de su oficio. Y como digo, esto se transmite a la hora de tocar, haciendo de cada actuación una fiesta donde el público está invitado a participar de la misma. La comunión entre ANGELUS APATRIDA y sus fieles no es fingida y creo que esa es la clave de que no sólo estén subiendo peldaño a peldaño en popularidad, sino también de que verles sea la gran experiencia que supone.

Sí eché en falta algo más de fluidez en el show. Es decir, no presentar tantas canciones y aprovechar los tiempos para tocar alguna más, pues aunque estuvieron dos horas sobre las tablas, quince temas saben a poco, teniendo en cuenta su trayectoria discográfica y que, aunque sonaron algunas que hacía tiempo no interpretaban, sí se echaron en falta otras que, para la ocasión, hubieran sido bien recibidas, máxime con la idea de que lo estaban grabando para su primer DVD en directo.

A ritmo de “You Can’t Bring Me Down” de SUICIDAL TENDENCES se apagarían las luces de la Changó mientras Guillermo, David, Jose y Víctor iban tomando posiciones. No tardaría en caer el primer tema de la noche, la mordiente “Inmortal”, que ya desde inicio sonaría colosal. Tras ella y con la declaración de intenciones “venimos desde Albacete y queremos hacer historia” continuarían dándolo todo con la no menos potente “Violent Dawn”, a la que seguiría la canción que da título a su último trabajo, un “Hidden Evolution” que no perdería ninguno de los numerosos matices que posee en su versión de estudio.

No tardarían en incitar la práctica del mosh, lo que conseguirían sin esfuerzo alguno gracias a “Vomitive”, dejando el silencio en cada uno de sus estribillos para que gritáramos la palabra título. Con “Of Men And Tyrants” ya comenzaría a verse al personal alzados sobre los hombros del público, subiéndose al escenario para practicar el vuelo a media altura (con especial preponderancia de cierto elemento disfrazado de pollo) mientras David regaba con botellas de su propia cerveza artesanal a los afortunados de las primeras filas. “End Man” continuaría haciendo las delicias de todos los asistentes, mientras que “Fresh Pleasure” sería la excusa perfecta para repartir vasos con culines de su oro líquido y espumoso.

Gracias a “Give ‘Em War” llegó el momento propicio para abrir un enorme pasillo en la sección central de la pista, conteniéndolo hasta el último momento en el que se desataría la locura entre los de uno y otro lado. Con “First World Of Terror” la temperatura subió aún más, llegando un momento en el que el escenario estaba completamente abarrotado de gente vibrando junto a los músicos, tirándose hacia el público… ¡La locura! Continuando con “Versus The World”, con recordatorio al recientemente elegido presidente estadounidense Donald Trump incluido, retirándose del escenario para encarar el único bis de la noche.

Aprovecharon la nueva salida al escenario para sortear una guitarra Jackson, lo cual fue todo un detalla para con sus fans, aunque supusiera ralentizar el ritmo del concierto. “Blast Off” retomaría el pulso con fuerza, aprovechando a continuación para recordar a su amigo y fan Alberto Paredes, tristemente fallecido.

“Serpents On Parade” sería perfecta, rápida, certera. Todo un cañonazo, al igual que su himno “Thrash Attack” con todo el escenario repleto del público que se iba subiendo a él y David realizando su labor ataviado con un gorro simulando una cabeza de pollo, mientras que “You Are Next” pondría la guinda ante los vítores y “oés” del personal, mientras Guillermo reconocía que estaba viviendo uno de los conciertos más divertidos de toda su vida. A buen seguro, muchos de los allí asistentes podrían aseverar algo similar.

¡Gran noche!

Crónica de J. José Jiménez de Rafa Basa