Todos los amantes del metal extremo teníamos una cita ineludible de cara al tramo final de este 2015, con un cartel itinerante que llegaba a la Península con el nombre de DEATHCRUSHER TOUR, teniendo la posibilidad de ver, sobre un mismo escenario a leyendas como VOIVOD, OBITUARY, NAPALM DEATH y CARCASS.

La asistencia fue acorde a la envergadura del evento, con La Riviera hasta los topes, abarrotada de un público deseoso de disfrutar de cada una de las bandas.

Crónica de J. José Jiménez de RafaBasa.com

La calidad del sonido no se quedaría atrás, ayudando a mostrar lo mejor de ellas y rubricando, en general, un ambiente festivo, en la que fue una de las veladas musicales más remarcables del año.

Lamentablemente, el tráfico no me permitió llegar a tiempo para la actuación de la banda que abría el cartel, unos desconocidos para casi todos HEROD, por lo que entraba a la sala cuando los canadienses VOIVOD irrumpían a escena con ese sonido sucio, corrosivo, del que hacen gala.

Su propuesta sigue siendo tan original como siempre, gracias a la psicodelia que incorporan a su heavy/thrash clásico, aderezada por los movimientos espasmódicos de su vocalista Snake, así como su muy particular manera de encarar sus labores vocales, tan caóticas como el resto del combo.  Y aunque ésta no sea tan original como siempre, doy fe de que llegó a un amplio número de los asistentes.

Temas como “Tribal Convictions”, “The Prow”, “Overreaction”, “Forever Mountain” o su himno homónimo “Voivod” (dedicada tanto a los fans como a su ex guitarrista Piggy, fallecido hace cinco años), tuvieron un profundo calado, dejándonos las buenas sensaciones que siempre proporciona la banda a su paso por nuestras tierras.

La leyenda británica del grindcore NAPALM DEATH no se harían de rogar. Barney, Shane, Mitch y Danny fueron la apisonadora de siempre, con ese cáustico sonido marca de la casa, fuera de alardes interpretativos (aunque el batería Herrera volvió a poner sobre la palestra la apisonadora en la que se convierte su kit una vez que se sienta ante él) y dotando a los temas de su particular forma de ver la vida.

Barney es ese loco frontman que durante su interpretación hace pogo consigmo mismo, pero llega la hora de hablar al público, presentar algún tema, y se vuelve un señor inglés de lo más amable, tranquilo y divertido. Utilizó el español para dirigirse a nosotros, siempre que sus conocimientos del idioma se lo permitían, añadiendo un tono más cercano si cabe.

Venían presentando su último álbum, “Apex Predator: Easy Meat”, usando el tema título para abrir su descarga. El primero de los pogos no se haría esperar, ubicado en la parte media/central de la sala, justo delante de la mesa de sonido.

“Smash A Single Digit” y “Timeless Flogging” terminaban de poner las cosas en su sitio, mirando hacia su pasado más lejano con “Scum”, que bautizaba su primer disco  o regalándonos la sorna de “You Suffer”, su mítico tema de 1,3 segundos de duración.

“How The Years Condemn” fue presentada como un tema que habla de los cambios en la vida y cómo estos no deberían ser condicionados por factores como la religión. “Cesspits” fue otro pelotazo que nos llevó directamente a la festiva y coreada versión de los Dead Kennedys “Nazi Punks Fuck Off”.

Para “Suffer the Children” nos recordaron que su temática sobre los fanatismos religiosos tristemente siguen estando tan en boga como el día que se escribió, hace treinta y cinco años, poniendo la puntilla con “Siege of Power”.

Es un enorme placer tener la ocasión de poder disfrutar de un concierto de OBITUARY y ese estilo “made in Tampa” tan característico. La nota inicial la pondría el instrumental “Redneck Stomp”, tras la que apareció su vocalista John Tardy, saludándonos con la cara oculta por su larga melena rizada y tomando las riendas de un “Century Of Lies” bestial, pasando a taladrarnos el cerebro de mano de “Visions In My Head” y su ritmo ultra machacón.

Subieron las revoluciones e intensidad, mirando hacia su primera gran obra maestra con “Intoxicated”, y siguiendo con “Slowly We Rot”, tras hacerse con el micrófono el guitarrista Trevor para solicitarnos una ovación hacia cada banda participante en el cartel, “Bloodsoaked”.

“Dying”, unida a “Find The Arise” sonaron matadoras, poniendo la nota final con “‘Til Death”, “Don’t Care” (alucinante la respuesta de la gente) y un denso “Slowly We Rot” usada para terminar como es habitual, con ese aire tétrico que posee.

Rubricando la gran velada que estábamos viviendo, teníamos otro de los nombres propios del metal extremo, en este caso los británicos CARCASS que traían un alucinante “Surgical Steel” bajo el brazo, disco que supuso la vuelta discográfica tras trece años de parón.

Ya no cuentan con Michael Amott en sus filas, aunque el guitarrista Ben Ash realizó una más que notable labor, acaparando la mayoría de las miradas el vocalista y bajista Jeff Walker, capitaneando la nave, pese a los diversos problemas que tuvo con la bandolera de su instrumento.

Desde que abrieran con “Unfit for Human Consumption” aquello no sería un no parar. Y es que es una delicia presenciar en directo esa mezcla de death metal con melodía, aportada principalmente por los juegos armónicos de las guitarras.

“Incarnated Solvent Abuse” sería la primera concesión a su glorioso pasado, mientras que  “Cadaver Pouch Conveyor” fue otro rotundo puñetazo sobre la mesa, con Jeff escupiendo notas en esa pose tan característica suya de tener el bajo apoyado sobre su rodilla izquierda.

 “This Mortal Coil” precedió a “The Granulating Dark Satanic Mills” caló hondo gracias a ese estribillo tan marcado que posee, mientras “Captive Bolt Pistol” y “Exhume To Consume” daban buena cuenta de la capacidad técnica del combo.

“Keep on Rotting In The Free World” sería la nota testimonial del fantástico “Swansong”, recordando lo popular que fue en España dicho álbum, poniendo el final a más de cuatro horas de metal extremo en directo con “Heartwork”, dejándonos a todos más que satisfechos de haber disfrutado de una de las principales citas del 2015.

Crónica de J. José Jiménez de RafaBasa.com