Difícil tarea la de reseñar el nuevo material de Soilwork y es que los de Helsinborg se han lanzado con un arriesgado doble CD que juntos aglutinan algo más de ochenta minutos de buen Death Metal melódico. El goteo incesante, día tras días, de lanzamientos más o menos interesantes, hace que no nos podamos parar en exceso en discos como “The Living Infinite” los cuales necesitan de cierto grado de asimilación para llegar a disfrutarlos de manera plena. De todas formas para hacer una valoración general de cómo suenan Soilwork en 2013 es suficiente con un par de vueltas  a estas veinte composiciones.

Puntuación: 9
Crítica de Angel Silva de
 Metal 4 All

“The Living Infinite” demuestra porqué Soilwork eran unos alumnos aventajados de la escena Death sueca allá por 1998 y porqué ahora son de lleno una influencia para miles de jóvenes músicos.  En un panorama tan saturado hoy en día como es el del Death Metal melódico hay que tener mucha calidad para destacar y en este sentido bandas como Soilwork, In Flames, Dark Tranquillity o  The Haunted van más que sobrados. En el caso de Soilwork quizás sean de los que apuestan por unas composiciones más arriesgadas y orientadas para un público más “técnico”.  Desde luego escuchar temazos como “This Momentary Bliss” es una gozada para los oídos…en un solo tema son capaces de juntar a In Flames, Volbeat y Helloween sin despeinarse y básicamente, con más o menos acierto, es lo que se dedican a hacer a lo largo de todo este “The Living Infinite”: dejarnos con la boca abierta.
La formación al completo demuestra una sincronización perfecta, casi de banda de Metal progresivo, que exageran en pepinazos como “Let The First Wave Rise” dónde es imposible seguir los cambios de ritmo a los que nos someten guitarras, bajos y baterías. Espléndido y brutal corte con un final digno de una banda de Rock.  Las dos partes de “The Living Infinite”, especialmente la segunda, o cortes como “Paradise Blues” también se encuentran entre lo mejor que han cosechado Soilwork en toda su carrera.
Hablar de Börn Strid es hacerlo de uno de los mejores vocalistas del género y en “The Living Infinite” no escatima en recursos, desde esa broma inicial en “Spectrum Of Eternity” a ritmo blacker y metiendo un grito a lo Dani Filth hasta demostraciones vocales espléndidas como la que da en “Vesta” dónde Soilwork sacan su vena más melódica. En cuanto a la pareja de guitarristas, que no dan tregua en ningún momento del plástico, decir que David Andersson sustituye a Peter Wichers, el cual parece que se ha acostumbrado a esto de las idas y venidas.  Mal que le pese a los seguidores de Wichers , Daniel Andersson y el más experimentado Sylvain Coudret hacen un binomio letal y hasta me podría aventurar a decir sin miedo a morir quemado que es uno de los mejores trabajos de guitarras en toda la carrera de Soilwork (cuando escapan de la vertiente más “zapatilla” nos dejan cosas como el inicio de “Vesta” o la progresiva “Whispers And Lights”, otra delicia). Es lo que pasa cuando en la vida nadie es imprescindible. Otro que no deja títere con cabeza es el percusionista Dirk Verveuren, de lo mejorcito que nos vamos a encontrar en este estilo musical: algunas partes de “The Windswept Mercy”  o en las instrumentales “Entering Aeons” y “Loyal Shadow” son mortales de necesidad haciendo buenos unos temas que caminaban hacia la temible etiqueta de “temas de relleno”. Vaya con el tío y sus jodidos timbales, una máquina más para apuntar en la agenda de mejores baterías de Metal.  Por supuesto el trabajo del batería no sería el mismo sin el respaldo de Ola Flink en las cinco cuerdas más gruesas (escuchen la capitulación con la pesadísima “Owls Predict, Oracles Stand Ward”). Nada que achacar en este sentido. Quizás quien goce de menos protagonismo sea Sven Karlsson, con muy poquito trabajo a lo largo del disco pero siempre convincente. Podemos disfrutar de algunas líneas a lo Deep Purple en “Whispers And Lights” o el pleno vanguardismo en “Long Live The Misanthrope”.
Vamos, lo mejor que puedes hacer si te gusta este estilo de Death Metal es decirle a tu mujer que te ate con cadenas y candado al sillón durante un par de semanas y que tire la llave por la ventana; tu única misión será exprimir al máximo este disco porque, amigos,  vivir no es infinito.
Crítica de Angel Silva de Metal 4 All
Soilwork - The Living Infinite

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