Por motivo del cierre de la madrileña Rock Kitchen, los catalanes Crisix se vieron obligados a posponer su visita a la capital más de cuatro meses. Y la espera se nos ha hecho larga, pero como se suele decir “lo bueno se hace esperar“. Manteniendo los teloneros anunciados a finales de septiembre, el cartel era determinante no sólo por la visita de Crisix, sino también por sus agregados; entre ellos ya eran conocidos así que, aunque ninguno de los tres jugaban en casa, se traían la lección bien aprendida.

Crónica de Francisco Javier Pérez de Ctrl Rock Mag

 

Una satisfacción ver el compadreo que hay entre los acólitos del metal (sea cual sea su “etiqueta” o “subgénero“), pues  para el comienzo de Vendetta Fucking Metal, a eso de las ocho y poco de la tarde, ya había movimiento. Los murcianos siguen presentando De Por Vida, su tercer EP, el cual se mascaron enterito, junto algún que otro tema más de sus anteriores EPs (más un guiño a los neoyorkinos Madball), hasta llegar a una decena de temas. Una media hora de pura intensidad, mala ostia, cercanía y reminiscencias de muchas otras bandas patrias y extranjeras y, a la vez, nada de eso; eso fue lo interesante, y es que el prematuro CV de bandas con las que han compartido escenario o festivales donde ya han hecho presencia es para poner el ojo en ellos. Sobre todo con lo difícil que es marcar la diferencia sonora en el metal hoy en día, ellos van encontrando a cada paso su camino mezclando sonidos muy pesados y graves con hardcore old school.

No mucho después llegaban Cuernos De Chivo, quienes se pusieron de espaldas al son de su intro. Tras ella, comenzaba el desate de ritmos imposibles y batería y bajos  machacones a base de death grind. Pudieron tocar otra decena de temas, repasando brevemente sus dos primeros discos y dejando mayor protagonismo a la mejor remesa de Exterminando A Dios, su tercer disco, que vio la luz el año pasado. Diría que, a pesar de apostar por un sonido más sucio y chillón, ellos también encontraron “su trozo” en el público, y es que los toledanos llevan ya bastantes años dando cera.

Pasadas brevemente las diez de la noche, se encendían unos focos detrás de dos pancartas apostadas a cada lado del escenario de la Sala Live que rezaban Rise y Rest. Había llegado el momento del empuje final, y venía de la mano de los protagonistas de la velada y, de paso, de los más jóvenes: Crisix. Se percibía una muchachada ávida de thrash metal, y eso es lo que los de Igualada nos dieron durante una hora y cuarto. Desde el inicio con la intro ‘A.S.F.H.’ + ‘I.Y.F.F.’, hasta el cierre con la demencial ‘Ultra Thrash’, dieron buen meneo a sus dos discos, haciendo especial hincapié en el segundo Rise… Then Rest (Kaiowas Records), cuyos temas insignia cayeron uno por uno. Eso si, sin olvidarse tampoco del debut The Menace (Kaiowas Records), acoplándose y mimetizándose a la perfección en su lista de canciones.

Mención especial para ese medley que hicieron, ya hacía mitad de concierto, donde interpretaron ‘Whiplash’ de Metallica y la mezclaron con ‘Nos Vimos En Berlín’ de Soziedad Alkoholika (ni más ni menos), intercambiándose cada uno de los miembros su instrumento musical (voz incluida), dejando patente su polivalencia, además de constatar cero complejos a la hora de “mostrar respetos” o influencias. Graciosas las maracas que sacó Juli al final de ‘Brutal Gadget’ y emocionante ‘Frieza The Tyrant’ con riff prestado de… bueno, quien no lo sepa aún, que lo compruebe por sí mismo (“guiño, guiño). Asimismo, dejaron hueco para interpretar ‘Year Zero’, su versión de los introvertidos Ghost, recientemente incluida en el número 100 de la revista Rockzone (ahora digitalizada y gratuita, por cierto).

Creo que, tanto si eres un ferviente seguidor de este acelerado estilo como si no, los catalanes saben hacerte participe con tan solo verles como disfrutan de su dulce momento como prometedora banda que no hace más que ganar adeptos en cuestión de unos pocos años. Razones no les faltan: son unos músicos jóvenes y polivalentes, han “sobrevivido” a la reválida del segundo disco (personalmente pienso que superando su primer disco), también a la baja de Marc (su bajista y miembro fundador, junto a Javi, su batería) y la inminente incorporación del capaz Dani. Todo a su favor para prevalecer siendo una insignia de este estilo que siempre ha tenido y tendrá adeptos, donde ellos serán recordados por lo que ya han conseguido. Y lo que les queda…

Crónica de Francisco Javier Pérez de Ctrl Rock Mag