Que el Epitaph Tour no iba a ser la última gira de Judas Priest era algo lógico y que al menos a mi no me pilló por sorpresa en absoluto. Que editasen un nuevo álbum que terminó llamándose Redeemer Of Souls junto a Richie Faulkner sustituyendo a K.K. Downing…el que no lo vió venir, raro, pero que muy raro. Pero que iba a haber en el mercado, por consiguiente, un CD/DVD en vivo de la gira correspondiente era algo tan obvio y obligado como que esta web hable de rock. Lo que no era tan previsible es que Rob Halford iba a gozar en éste nuevo tour de un chorro de voz que personalmente no disfrutaba desde que volviese en el 2004 al ejército del sacerdote más metalero de la historia. Ni en la gira de Angel Of Retribution, ni en la de Nostradamus vi al METAL GOD en el estado de gracia que si que pude disfrutar en el pasado Rockfest catalán, donde el inglés se marcó un concierto de alucine, al igual que en Madrid…dentro de sus limitaciones, claro, pero a un nivel al que muy pocos pueden ni tan siquiera soñar, con lo que aquella experiencia dejó la posibilidad de barruntar de por sí que de haber algún documento en vivo de 2015, iba a ser espectacular, y como no, así ha sido para beneficio de toda la comunidad metalera.
Ahora entramos en el eterno debate de si es necesario editar directos o no en pleno 2016. Yo creo que sí, más si hablamos de una banda como Judas Priest, que probablemente no de mucho más material discográfico a la comunidad en los siguientes años. Y si algo me pareció negativo de su anterior A Touch Of Evil – Live fué el ser un «refrito» de toda la gira de Nostradamus, cogiendo pellizcos de lo mejor de cada país, factor que por cierto resta credibilidad a este tipo de grabaciones, algo que no ocurre en Battle Cry que vuelve al cliché de otras cientos de formaciones que deciden sacar a la luz sus actuaciones en Wacken Open Air, pero en éste caso, ese factor «poco original» se perdona porque encontramos un show en vivo rotundo, de un sonido nada retocado, con una integridad y profesionalidad arrolladoras y un aura que define a la perfección lo que vivimos los que tuvimos la suerte de ver a los británicos en la gira. Afirmo que desde aquel Live Meltdown 98′ con Ripper al frente, es el documento en vivo que más me ha agradado de Judas Priest, y esa sensación se ha creado alrededor de varios puntos de los que hablaré. El primero es la sensación de encontrar a un Rob que da el 100% con una elegancia sobrenatural. Escuchad momentazos como Victim Of Changes y temblad…que elegancia, que de la mano de la nostalgia, crean una delicatessen digna de los dioses. Y todos los momentos son memorables…porque Jawbreaker, como clásico, por poner un ejemplo, suena que atruena, o las más nuevas Dragonaut o Halls Of Valhalla, incluso ganan en directo.
Dicho todo esto, ¿lo más magnético de toda la escucha?. La sensación de estar escuchando a una banda en directo, y una base rítmica magistralmente grabada. Scott Travis suena con la pegada veterana de uno de los mejores baterías de la historia, que al fin y al cabo, es lo que es. Y Ian Hill acompañando, como siempre, sobrio, profesional y marcando el ritmo como pocos bajistas han hecho en la amplia historia de la música. No obstante, escucharéis en nuestro podcast el álbum y probablemente sintáis lo mismo que yo degustándolo. Momento estrella, por cierto, cuando un «one more» introduce una final Painkiller que hacía siglos que no sonaba tan potente. Un carpetazo a un setlist sin sorpresas pero tan efectivo como bien elegido a todo efecto.
Por otra parte, y metiéndonos de lleno en el contenido de la versión de Battle Cry en dvd, decir que es otro imprescindible en éste 2016, presentando al detalle y con una calidad sobresaliente lo que fué el show en el famoso festival alemán, sin florituras, sin efectos de cámara molestos, y con una estética visual que invita a repetir escenas, logrando una buena fotografía, y buenos planos, en especial de un Faulkner que logra cautivar a la cámara con gran presencia. Las pantallas y puesta en escena componen un atrezzo más humilde que el de otras giras, lo que le otorga un componente atractivo al visionado, ya que la atención se centra únicamente en la banda, sin cambios de cámara sónicos, con un ambiente de directo muy conseguido y un público entregado como el de Wacken. Ya no os cuento si conseguís ver el documento en un equipo 5.1 y un televisor que supere las 40 pulgadas. Un momento «chick» para relajarte de la mano de Judas Priest totalmente recomendable para cualquier metalhead. Y es que el anterior documento visual de la «gira de despedida» no me llegó tanto como este. Lo vi más estático, y aunque muy bien producido, menos orgánico.
Añadimos, en la versión visual, un extra que se compone de 3 cortes en vivo grabados en The Ergo Arena de Gdansk (Polonia) (“Screaming For Vengeance”, “The Rage” y “Desert Plains”), quizás echándose en falta alguna entrevista a la banda o extras jugosos como preparación del tour y demás. Aún con ese «pero», el producto logra un resultado sobresaliente y en su conjunto, tanto si quieres gozarlo en el coche como en el sofá de casa, y más si eres fan de una de las bandas más emblemáticas de nuestro rollo, te aconsejo te hagas con el, ya sea en un formato u otro. Dinero bien invertido, he dicho.
THE PRIEST IS BACK!
CD
01. (Intro) Battle Cry
02. Dragonaut
03. Metal Gods
04. Devil’s Child
05. Victim Of Changes
06. Halls Of Valhalla
07. Redeemer Of Souls
08. Beyond The Realms Of Death
09. Jawbreaker
10. Breaking The Law
11. Hell Bent For Leather
12. The Hellion
13. Electric Eye
14. You’ve Got Another Thing Coming
15. Painkiller
DVD
01. (Intro) Battle Cry
02. Dragonaut
03. Metal Gods
04. Devil’s Child
05. Victim Of Changes
06. Halls Of Valhalla
07. Turbo Lover
08. Redeemer Of Souls
09. Beyond The Realms of Death
10. Jawbreaker
11. Breaking the Law
12. Hell Bent For Leather
13. The Hellion
14. Electric Eye
15. You’ve Got Another Thing Coming
16. Painkiller
17. Living After Midnight
Bonus tracks grabados en The Ergo Arena de Gdansk (Polonia): “Screaming For Vengeance”, “The Rage” y “Desert Plains”.
Crítica de José Rojo de Metal Zone