Tenía expectativas bastante altas desde el momento en que los de Kai Hansen anunciaran su gira de repaso a veinticinco años de trayectoria discográfica, que se dice pronto. Sin embargo, la inclusión de un vocalista de apoyo para la gira me descuadró bastante, ya que precisamente un evento como este no pudiera parecer el mejor momento para tener a, como ellos mismos reconocieron, un casi completo desconocido al micrófono (que no liderando la banda).

Crónica de J. José Jiménez de RafaBasa.com

El caso es que muchos estuvimos pendientes del trabajo de Frank Beck, ya que los precedentes en la historia indican que Kai, cuando no ha cantado él mismo, ha tenido vocalistas estratosféricos. Por lo que al menos el que escribe no esperaba menos. Esto hizo que, y esto no pretende ser una crítica gratuita hacia Frank, tener defendiendo algunos temas míticos que forman parte de la banda sonora de muchos de los asistentes a alguien que no es que tuviera una  gran voz, y al que se veía con poca soltura escénica, se hiciera raro. Máxime cuando su micrófono estaba a un volumen inferior que el de Hansen.

Soy de la opinión de que si delegas una tarea en alguien, no lo hagas a medias. Porque si no, no funciona. Y creo que el pasado sábado fuimos testigos de esto; no puedes tener un vocalista para una gira que sólo canta determinados fragmentos, sirve de apoyo, a veces sólo hace coros, o directamente desaparece de escena porque durante varios minutos las voces las pondría Kai.

A todo esto le sumamos un repertorio que representaba todas las épocas de GAMMA RAY, aunque sin tocar canciones de todos sus discos, pero en mi opinión con carencias imperdonables si de lo que se trata es mostrar todos tus mejores temas en una gira. Me refiero, más concretamente, a pasar de puntillas por obras maestras como “Sigh No More” y “Land Of The Free”, cercenando además la única pieza interpretada de éste último. Quitar el alargamiento de varios temas hubiera conseguido que al menos tres más hubieran sonado. “Man On A Mission”, fue la que más eché en falta, pero estoy seguro de que todos hubieran tenido sus predilecciones al respecto…

Tampoco quiero dar la sensación de que no me gustara el concierto, porque hubo momentos, sobre todo uno en concreto que detallaré más adelante, gloriosos, pero a mi juicio faltó continuidad.

Antes de todo esto, pudimos disfrutar de dos bandas teloneras que disfruté bastante. Por un lado, los ingleses NEONFLY, unos completos desconocidos para mí, que supusieron toda una sorpresa, pese a tener que lidiar con un sonido irregular, bastante bajo en volumen, y con una asistencia a la sala aún baja, pues muchos estaban en los bares aledaños viendo el fútbol.

Engancharon desde el inicio con el público gracias a sus temas frescos, juventud y energía. A destacar las buenas maneras tanto de su vocalista Willy (muy buen cantante y frontman) como del guitarrista Frederick, con ascendencia mejicana, cargado con sus plumas aztecas y arengando al personal en todo momento.

Temas como “Whispered Dreams”, “The Enemy”, “Heart Of The sun” o “Morning Star” encandilaron, divirtieron y fueron el perfecto preámbulo de lo que estaba por venir, aderezdos por el sentido del humor del quinteto.

Los siguientes en tocar serían SERIOUS BLACK, el nuevo proyecto de Thomen Stauch y Roland Grapow, donde ninguno de ellos toca en directo. Sin embargo, esto no es una carencia para los liderados por Mario Lochert y Urban Breed, quienes llevan una formación más que sólida, para el deleite de un público que ya iba llenando lo largo y ancho de la enorme sala.

Reconozco que he escuchado su álbum debut  y no me termina de convencer, pero en directo todo cambia a mejor; la verdad que dieron un muy buen concierto, con un Urban pletórico, cantando muy, muy bien (arropado por las voces y teclados sampleados) y llevando a la banda en volandas durante toda la actuación.

Abrieron con los aires mozárabes de “Akhenaton”, ante la buena recepción del respetable. “Trail Of Murder” y “Older And Wiser” harían nuestras delicias, llegando a una preciosa “Sealing My Fate”, precedida por esa melodía tan simple como hipnótica.

Tuvieron incluso momentos para el regocijo propio y ajeno, amagando con sendas versiones de Kiss y Scorpions (“I Was Made For Loving You” y “Rock You Like A Hurricane” respectivamente), llegando el momento cumbre con su himno “High And Low”, coreado por todos.

Se despidieron con “I Seek No Other Life”, dejando un muy buen sabor de boca entre los asistentes y prometiendo que volverían a no mucho tardar.

Y llegó el momento cumbre de la noche con la aparición de GAMMA RAY, precedidos de su sempiterna introducción “Welcome”, la cual sonaría tras el festivo “Bad Reputation” de Joan Jett, pinchada a todo volumen con las luces ya apagadas.

Kai, Henjo, Dirk y Michael salieron a por todas, comiéndose el escenario presidido por el esqueleto de “Sigh No More” como telón de fondo y un buen juego de luces, disfrutando de un sonido bastante bueno durante todo el concierto.  Tras el “good evening Madrid” de rigor, los primeros acordes de “Heaven Can Wait” inundarían la sala, con todo el público cantando dicho himno. Algo que fue de gran ayuda para un Hansen cuyas capacidades vocales estaban más que mermadas, hecho que pronto se pondría bajo la palestra.

“Last Before The Storm” fue un cañonazo, sonando muy heavy, pasando a presentar a Frank, quien ya se quedaría de forma más o menos regular para cantar, hacer segundas voces o directamente irse a la parte de atrás mientras su jefe acaparaba el protagonismo. Y la verdad que ni “Fight” (que sonó a cañonazo), ni “One With The World” le quedaron mal, aunque con esta última yo hubiera pedido algo más.

Sin embargo, llegaría el momento de “I Want Out” o cómo empañar un tema glorioso. Primero por ser cantada por debajo del tono original. Y diréis: “Kai siempre la cantó así”. A lo que contestaré: “pero es que la canción es suya”. Si te haces con los servicios de un vocalista, que sea uno que sea capaz de llegar a las exigencias de las canciones originales que tiene que cantar. Y en segundo lugar, alargarla en exceso, convirtiéndola en un tema reggae tiene su gracia, pero cinco minutos emulando al gran Bob Marley en un concierto de metal, no hacen sino plantearme que aquí podría haber entrado otro tema para el repertorio.

Afortunadamente el ritmo se recuperó gracias a “Valley Of The Kings”, presentada como otro número uno de GAMMA RAY que nunca estuvo en las listas, pero que a nosotros nos sonó a gloria. Tras ella, tendríamos el que para el que firma fue el momento más emotivo de la velada, un “The Silence” estratosférico, donde las dificultades que tuvo Hansen para sacarlo adelante no me impidieron cerrar los ojos y cantar su letra de principio a fin. Preciosa y con una letra muy aplicable a la situación que el mundo está viviendo en estos días tristes.

Nuevo parón de ritmo para los solos de batería (poniendo ritmo a la música que el maestro John Williams compusiera para “Superman” de Richard Donner) y el de bajo, momento en el que me planteo la necesidad de ambos siendo una gira con dos vocalistas, y otro tema que perdemos del repertorio.

La introducción “Induction” nos llevaría al pelotazo sonoro que es “Dethrone Tyranny”, el cual  nos puso a todos a saltar y cantar este himno a la libertad. Con “Empathy” (iluminada por tonos verdosos) y “Master of Confusion” se pondría presencia testimonial a la última etapa discográfica de la banda, llegando al popurrí de “Rebellion In Dreamland” (canción que siempre debería ser tocada entera, máxime cuando es la única representante del que para muchos es su mejor disco) interpretada hasta el momento en el que se acelera, pasando a “Heavy Metal Universe” (sólo hasta el primer estribillo) y “Ride The Sky” (con un solo estribillo y parte de los solos doblados a terceras), unido a un tremendo “Somewhere Out In Space” que sonó atronador, cual cañón, aunque consigue que el pandemónium generado se diluya a base de alargar el final con innecesarios solos mientras la base rítmica juega con el control de la intensidad en el volumen (y otra canción más que perdemos con eso; en total tres).

Pequeño mutis para que la banda salga de nuevo ante el clamor popular e interpretar la pieza que pondría nombre a su álbum debut “Heading For Tomorrow, tocada sólo hasta la mitad, unida a “Avalon” y finalizando, por todo lo alto, con el habitual “Send Me A Sign”, que puso la guinda ante el clamor popular solicitando “Future World”.

En resumen, un concierto correcto, pero del que me esperaba bastante más, y con un repertorio que, dentro de su amplia trayectoria, considero bastante mejorable. Y es que se dejaron auténticas joyas en el baúl. Quién sabe qué deparará el futuro, y no es que yo tenga nada en contra de Frank Beck, al que deseo todo lo mejor, pero no termino de verle en GAMMA RAY, o que si al menos se queda, que sea asumiendo las labores vocales 100%, no como mera comparsa de acompañamiento. Aunque quién sabe, a lo mejor Henning Basse lleva días durmiendo con el móvil encendido. Por probar, creo que no sería una mala opción.

Crónica de J. José Jiménez de RafaBasa.com