El tramo final de cada año suele venir bien cargado no solo de conciertos, sino también de nuevos lanzamientos discográficos que sumar al catálogo de cara a sacar tajada en Papá Noel y Reyes Magos. CANNIBAL CORPSE, AT THE GATES o CARCASS ya han movido ficha, y son solo unos pocos ejemplos que vienen a vuelapluma. Son fechas señaladas, y eso no se le escapa a nadie. Es por eso que, en la cúspide del hype, regresan nada menos que BLOODBATH, la otrora formación sueca encabezada por Mikael Akerfeldt (OPETH), con el que es su cuarto LP, el primero desde la edición de «The Fathomless Mastery» en 2008, casi siete años después de su lanzamiento.

Crítica de Raúl del Amo de RafaBasa.com

Teniendo en cuenta los orígenes de la banda y su concepción como proyecto paralelo, formada por el propio Mikael, Anders Nyström (KATATONIA), Jonas Reinske (KATATONIA) y Dan Swanö (NIGHTINGALE, EDGE OF SANITY) en 1998 con la idea de, distendidamente, emular a sus ídolos del Death sueco y más tarde americano, sorprende quizá la relevancia y estatus adquiridos. Sin embargo, con las novedades que presentan sobre todo en cuanto al plantel, BLOODBATH se posicionan para escalar un peldaño más en su ascenso al Olimpo del metal extremo.

 Poco después de la edición de «Resurrection Through Carnage», Mikael Akerfeldt dejaba BLOODBATH para centrarse en OPETH. Su proyecto paralelo empezaba a demandar más atención que la que el sueco estaba dispuesto a prestarle, por lo que para la edición de «Nightmares Made Flesh» sus sustituto a las voces sería un discutidísimo Peter Tägtren (HYPOCRISY, PAIN). Mikael volvería en 2005 para la reunión con BLOODBATH en Wacken, y más tarde, en 2008, para la edición de «The Fathomless Mastery», dejándolo nuevamente allá por 2012. Ha sido pues desde sus inicios el rol de vocalista todo un juego de tronos para sus ocupantes y candidatos, y mucho se especulaba acerca de su nuevo inquilino para la anunciada edición de este «Grand Morbid Funeral». La duda quedaba despejada hace unos meses gracias a un comunicado oficial de la banda que nos dejaría a todos helados. Nicholas Holmes (PARADISE LOST) era el elegido. Su aportación al cuarto LP de BLOODBATH merece la génesis de nuestro análisis.

Nick Holmes, más allá de fraseos, escarceos puntuales, bodas bautizos o comuniones, llevaba sin entonar un gutural desde el «Shades of God» de PARADISE LOST en 1992. Los ultra graves exhibidos en «Lost Paradise» y sobre todo «Gothic» se fueron diluyendo poco a poco, y ya en «Shades of God» no eran ni la mitad de lo que habían sido en las mencionadas obras precedentes. Para cuando vieron la luz «Icon» o «Draconian Times», PARADISE LOST habían cambiado su Doom / Death por un Gothic metal que no exigía su trabajo en los guturales, por lo que Nick pasaría a cantar en grave pero limpio. Nunca volvió a prodigarse. Es por ello que se entienden cuantas suspicacias hayan podido levantarse en torno a su incorporación a BLOODBATH, una banda netamente death metalera.

La voz de alarma la daba el propio Dan Swanö en entrevista concedida a este mismo medio. En la misma, el productor y multinstrumentista (que a BLOODBATH es un poco lo que Johan Cruyff al F.C Barcelona) advertía que, según él, el de Nick Holmes no era un registro «suficientemente estruendoso» para BLOODBATH. Con la llegada del redondo, sin embargo y para sorpresa de los más recelosos, no podemos mostrar un mayor grado de desacuerdo. Si lo suyo es milagro de estudio o no lo veremos en los próximos meses, pero lo que «Grand Morbid Funeral» deja patente es que a Nick no se le ha olvidado hacer guturales, y que de hecho, y a tenor de los últimos conciertos de PARADISE LOST que hemos visto, se le da bastante mejor que cantar en limpio. Su timbre es quizá un tanto menos grave que el de Mikael, pero igualmente válido y perfectamente integrado en el brutal paquete sónico de los suecos. Toda una sorpresa y un agrado reencontrarnos con uno de los vocalistas de guturales más respetados de principios de los 90 en el viejo continente.

Más allá del cambio de vocalista, sin duda lo más destacado del LP, pocos cambios en lo musical se intuyen en «Grand Morbid Funeral». Nuevamente grabado en los Ghost Ward & City of Glass entre Marzo y Septiembre de 2014, la cuarta aventura discográfica de BLOODBATH sigue apostando por el Death Metal sueco primigenio, tintándolo en ocasiones con manchas americanizantes. Sí parece sin embargo, y quizá inspirados por las influencias Doom/ Death de Nick (que por cierto luce barba al más puro estilo Varg Vikerness), que buscan otorgarle un mayor peso específico a su lado más Doom. «Grand Morbid Funeral», que da nombre al trabajo, es de hecho un tema de Death ultra lento que ralla el Doom. Otro ejemplo es «Church of Vastitas», tema que ha dado origen a su primer videoclip extracto de su nueva obra y que igualmente coincide en esquemas Doom/ Death.      

El grosso de temas sin embargo se adhieren a los esquemas clásicos de BLOODBATH, y encontramos en cortes como «Let The Stillborn Come To Me», «Total Death Exhumed» o «Famine of God’s Word» auténticos templos al tupa-tupa como solo los grandes del género pueden concebir. Variedad de registros e impiedad diabólica en «Anne», brillantemente introducida por un pasaje del libro «Criminal Lifestyle: Patterns of Serious Criminal Conduct» de Glenn D. Walters. Pasajes oscuros, cambios de tempo, alguna experimentación puntual pero, por lo general y como decimos, poca novedad en lo musical más allá de los aportes vocales del señor Holmes.

No sabemos si la vuelta al estudio de BLOODBATH se deberá a motivos meramente musicales o a temas contractuales con su compañía Peaceville Records. El caso es que BLOODBATH, que empezaran allá por 1998 sin más ánimo que el de demostrarle al mundo que ellos también sabían tocar la música que tanto estaba encumbrando a formaciones paisanas como ENTOMBED, CARCASS o AT THE GATES, son hoy mucho más que un proyecto paralelo de sus miembros. La llegada de Nick, quien por cierto le debe estar cogiendo gusto de nuevo a esto del Death metal porque con el regreso al estudio de PARADISE LOST anuncia una vuelta a las raíces, no supone sino un aliciente más a sumar a la larga lista. Y ya son muchos.

Tracklist:

  1. Let The Stillborn Come To Me
  2. Total Death Exhumed
  3. Anne
  4. Church Of Vastitas
  5. Famine Of God`s Word
  6. Mental Abortion
  7. Beyond Cremation
  8. His Infernal Necropsy
  9. Unite In Pain
  10. My Torturer
  11. Grand Morbid Funeral

Crítica de Raúl del Amo de RafaBasa.com