Nueva entrega de las huestes lideradas por Glen Benton con un «In The Minds of Evil» continuista con lo que venían haciendo en sus últimos discos que nos trae una vez más ese death metal clásico made in Florida, alejado de la magia de sus dos primeras obras con las que se establecieron como toda una institución dentro del metal extremo norteamericano, o incluso de aquel puñetazo en toda la mesa que fue «Scars of the Crucifix». Y es que tengo la sensación de que desde aquel, DEICIDE se están dedicando a editar discos correctos con buenos temas pero faltándoles esa chispa que les hizo tan especiales en el pasado.

Crítica de J. José Jiménez de RafaBasa.com

 

 

No es que sea éste un mal álbum, ni mucho menos. Encontramos en él esa forma de crear temas tan marca de la casa, pero quizás veo, desde «The Stench of Redemption» hacia acá, cierto halo de auto complacencia, tirando de esquema predeterminado que resulta en temas correctos (con mayor frecuencia mirando más hacia thrash que hacia el death a pesar de la guturalidad) pero sin ese punch de cuando aciertan en la diana.

 

La inclusión de Kevin Quirion a la guitarra aporta savia fresca y le da un toque clásico a los solos, fuera del aspecto más preciosista de nuestro querido Ralph Santolla (aunque no obstante, me gustaba más su trabajo en DEICIDE que en Obituary, donde no le terminaba de encajar dentro de su estilo). Jack Owen y Steve Asheim siguen siendo piezas clave y, por supuesto, su líder, mecenas e ideólogo Glen Benton, cantando con su característica brutalidad, rellenando la base rítmica con sus portentosas líneas de bajo y creando unas letras que de nuevo son un ataque directo contra la Iglesia católica y una exaltación a la figura de El Maligno.

 

Ya el propio tema título, con el que se abre el disco, me da esa sensación de auto complacencia antes mencionada. Y no es que sea mala canción, es que veo en ella una repetición del mismo esquema usado en «Scars of the Crucifix», aunque con menor acierto.

 

Aunque sí encontramos más adelante buenos temas,  como el siguiente «Thou Begone», bastante más inspirado, con un riff muy thrash y unas estrofas y estribillo 100% death, «Beyond Salvation» con el que se dedican a jugar con nuestro recuerdo ya que los golpes del comienzo son deudores de «Dead by Dawn» aunque en desarrollo poco tiene que ver con aquella, la atmosférica «Kill The Light of Christ» con un riff simple de tres acordes pero tremendamente efectivo o «End The Wrath of God» donde Quirion luce espectacular a los solos.

 

El problema principal es que entre medias, no terminan de cohesionar los temas en cuanto a calidad e, insisto, no es que sean malos, pero sí se quedan a medio camino de lo que pudieran haber sido. No es que espere de ellos una innovación que reinvente su sonido ni mucho menos, pero creo que a aquellos que fueron capaces de componer auténticas obras maestras y ser referentes de un género, se les puede –y debe- pedir más, sobre todo sabiendo cuál es su real potencial. «Between The Flesh and The Void», «Even The Gods Can Bleed» o «Misery of One» se me antojan faltas de inspiración y usadas como mero relleno, sin esas ganas de comerse el mundo que tenían en sus comienzos y les hizo contarse entre los más grandes.

Tracklist:

  1. In The Minds Of Evil
  2. Thou Begone
  3. Godkill
  4. Beyond Salvation
  5. Misery Of One
  6. Between The Flesh And The Void
  7. Even The Gods Can Bleed
  8. Trample The Cross
  9. Banished By Evil
  10. Kill The Light Of Christ
  11. End The Wrath Of God

Crítica de J. José Jiménez de RafaBasa.com